Por qué venir a Chiclana.

¡Hola!

Mi primera recomendación para estas vacaciones es Chiclana de la Frontera, en la provincia de Cádiz.

Si no quieres gastar mucho, en Chiclana encontrarás un lugar precioso donde pasar el verano.

Razones para venir:

1. Las playas.

- La playa de La Barrosa tiene 7 km de arena fina y dorada. Es especialmente bonita con la marea baja y puedes pasear desde el acantilado de Torre Bermeja hasta la torre del Puerco. Se divisa la isla con el castillo de Sancti-Petri, al que se puede llegar en barco.

- La playa de Sancti-Petri, frente al castillo, es muy bonita. Más allá está el puerto deportivo en el que se pueden practicar deportes náuticos. Está también el poblado que fue un antiguo asentamiento relacionado con la pesca del atún. Tiene un encanto especial y los atardeceres frente a la punta del Boquerón son espectaculares.

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No te pierdas los puntos mágicos, aunque para mí el mejor es el que está frente al castillo de Sancti-Petri, en el que puedes leer esta inscripción:

Caminante, desde aquí tus ojos contemplan hoy el mismo escenario que hace tres mil años contemplaron los fenicios y eligieron para construir su famoso Templo a Melkart (hoy Castillo de Sancti Petri). Tú disfrutas ahora de este espectáculo único que tanto los fenicios como Aníbal y Julio César pudieron ver al atardecer durante los equinoccios de primavera y otoño cuando el candente disco solar se ponía justo en la vertical del Santuario de Hércules antes de que, según sus creencias, se apagaran las aguas del Atlántico con estruendosos chirridos

2. Su situación.

- Chiclana está a 20 km. de Cádiz hacia el norte y de Conil hacia el sur.

Cádiz es una ciudad fantástica para visitar, pasear e ir de compras. Conil y todo el litoral hasta Zahara de los Atunes ofrece unos paisajes magníficos y unas playas infinitas de arena fina. Tenemos que parar en Vejer, un pueblo blanco precioso situado en una colina, con unas vistas sobre la Janda espectaculares. Sin olvidar, claro está, el buen pescado que se come en toda la zona.

- Es imprescindible visitar Jerez de la Frontera, una ciudad con carácter y muy acogedora. Es muy agradable pasear por sus calles y se come muy bien.

- Y por supuesto, hay que hacer la ruta de los pueblos blancos. Se puede ir temprano para evitar las horas de calor: Arcos, Benamahoma, El Bosque, Algar, El Gastor, Algodonales, Zahara de la Sierra, Villamartín, Olvera, Villaluenga, Setenil... hay muchísimos, sólo hay que elegir una ruta según las ganas que se tengan... ¡y a disfrutar!